Apenas comienza un nuevo año, muchas personas hacen una lista de propósitos que desean cumplir en los próximos 12 meses.
La realidad, sin embargo, es que tristemente no logramos alcanzarlos todos.
¿Por qué?
¿Es que somos muy ambiciosos, no somos realistas o se nos olvida algo más?
Ese “algo más” podría ser la fortaleza de espíritu. Como hijos de Dios, no podemos olvidar la fuerza que sólo Él puede darnos.
Pensando en eso, preparamos este artículo especial para inspirarte y puedas llenar tu corazón de fortaleza para el nuevo año que tienes por delante.
1 – Fijarse en las cosas que no se ven
En 2 Corintios 4:17-18, Pablo nos dice:
“Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.
2 – Abundancia
En Salmos 65:11 encontramos esta joya:
“Con tu bondad engalanas el año; a tu paso vas esparciendo abundancia”.
3 – Misericordia inagotable
Dios es nuestra fuente infinita de misericordia. Es como tener una mina de oro eterna, y sabemos que nada en este planeta es eterno.
En Lamentaciones 3:22-23 encontramos esta preciosa alabanza:
“Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado! ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!”.
4 – Dejar atrás la vieja naturaleza
Todo comienzo de año es una especie de borrón y cuenta nueva. Queremos dejar todo lo malo atrás y empezar a escribir en una página en blanco.
Es lo que nos exhorta a hacer Pablo en Efesios 4:22-24:
“En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
5 – Los planes de Dios
Podemos hacer nuestras listas de propósitos, pero solo Dios tiene la última palabra sobre ellos. Sólo Él sabe lo que es bueno para nosotros.
Por eso, nos recuerda lo siguiente en Jeremías 29:11:
“Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza. —Palabra del Señor”.
¿Te gustaron estos versículos? ¿Los conocías? Esperamos que sean útiles para ti. Y no olvides dejar tus comentarios más abajo si quieres compartir alguna opinión.