Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
(Romanos 5:3-5)
Una maestra compró unos huevitos de mariposa para mostrar el proceso a sus estudiantes. El huevito se convirtió en larva y luego en pupa. Cuando la mariposa trataba de romper la pupa, una niña tomó unas tijeras y rompió el capullo para que la mariposa dejara de sufrir y al fin pudiera soltar sus alas y volar. Pero eso nunca ocurrió. La mariposa casi no podía moverse y nunca extendió sus alas.
La maestra le explicó que esa mariposa jamás podría volar, jamás sería fuerte y que moriría prematuramente. Al evitar el sufrimiento a la mariposa, la niña la discapacitó para toda la vida. Ella no entendió que el esfuerzo de la mariposa para abrirse camino a través del capullo era totalmente vital y necesario, porque así, la circulación de su cuerpo llega a sus alas, y la prepara para volar y sobrevivir.
Pablo nos recuerda que los sufrimientos nos hacen fuertes y que no debemos tratar de evitarlos sino regocijarnos por ellos. No nos gozamos en el sufrimiento en sí, sino que sabemos que Dios puede hacer que por medio de ese sufrimiento sucedan cosas buenas.
Y esta NO es una lista de virtudes que logramos por nosotros mismos. Es la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Dios está con nosotros en el sufrimiento y nos ayuda a resistir, nos da un carácter aprobado, y nos llena de esperanza. En el sufrimiento, Dios permite que nuestras alas de mariposa se hagan fuertes y podamos volar en fe en sus promesas.
ORACIÓN: Padre, gracias porque el sufrimiento me fortalece y me da esperanza. Porque por la fe puedo reconocer en el sufrimiento el mismo amor con el que me justificaste contrariamente a todo lo que merezco. Amén.
Diaconisa Noemí Guerra
Para reflexionar:
* ¿En qué ocasiones te has sentido tentado a interrumpir el proceso de sufrimiento y crecimiento de una persona?
* ¿Cómo te sientes al recordar que Dios está contigo en medio de tu sufrimiento?
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