En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura». Jesús se refería al Espíritu que recibirían los que creyeran en él. El Espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.
Juan 7:37-39
Trata de imaginar la escena: Jesús está en un lugar público, probablemente el templo o cerca de él, donde se reúne mucha gente, en el día final de la Fiesta de los Tabernáculos. Se pone de pie y grita para que todos puedan escuchar: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba».
Si lo pensamos bien, resulta extraño. Jesús obviamente no está hablando del agua física. Todos sabían dónde estaban los pozos de agua. Entonces no era de ese tipo de sed de la que estaba hablando.
Juan dice que Jesús estaba hablando sobre el Espíritu Santo, pero agrega: «El Espíritu aún no había venido». ¡Eso significa que quienes escuchaban a Jesús deben haberse sentido confundidos sobre lo que estaba ofreciendo! Claramente era algo bueno, algo de lo que Jesús esperaba que tuvieran sed, ya sea que entendieran que lo necesitaban o no. Y los invitó a ir a Él para obtenerlo.
Esta invitación todavía está abierta hoy, tanto para cristianos como para no cristianos. ¿Tienes sed? ¿Piensas: «No sé lo que necesito, pero realmente lo necesito, sea lo que sea»? Si es así, ve a Jesús. Él sabe exactamente lo que necesitas y puede dártelo. Si le pides, Él derramará Su Espíritu sobre ti saciando tu sed y hambre más profundos. Y tampoco será una medida pequeña: se desbordará al punto que otros podrán beber de la abundancia que Dios proporcionará a través de ti.
ORACIÓN: Señor, que moriste y resucitaste por mí, satisface la necesidad más profunda de mi corazón haciendo que tu espíritu viva en mí y a través de mí. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
1.- ¿Alguna vez has tenido la tentación de satisfacer tu necesidad de Dios con algo más? ¿Con qué?
2.- ¿Alguna vez ha sentido la necesidad de algo, pero de no sabes qué? ¿Qué pasó cuando le hablaste al Señor?
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