![Para darnos lo mejor, Jesús tuvo que decir no a lo que no era su prioridad - Frase destacada del devocional cristiano de Cristo Para Todas Las Naciones CPTLN Chile - 12/08/2022](https://www.cptln.cl/wp-content/uploads/2022/08/Aprendiendo-a-decir-no-devocional-web-12082022.jpg)
Uno de la multitud le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia». Pero Jesús le dijo: «Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o mediador entre ustedes?».
Lucas 12:13-14
Me da tristeza el hombre que le pidió a Jesús que fuera juez en su caso de herencia. No podemos estar seguros de si su caso era justo o no, porque nunca pudo contarle la historia a Jesús. Jesús lo paró en seco diciendo solo una frase: «Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o mediador entre ustedes?».
Jesús tiene razón, por supuesto. No era un juez legalmente designado entre los judíos. No ocupaba un cargo público. No tenía autoridad legal. El hombre que le pedía ayuda sin duda lo sabía, pero contaba con que Jesús se sintiera halagado. Si Jesús hubiera dado una opinión, su condición de rabino famoso agregaría una presión injusta al caso. Y eso estaría mal.
Y esto también nos pasa a nosotros, ¿no? La gente viene a nosotros pidiendo ayuda en áreas que realmente no son de nuestra incumbencia. Pueden querer que interfiramos en sus relaciones privadas con otras personas. O quizá nos pidan que aceptemos trabajos o posiciones para los que no estamos calificados. Como sea que lo expresen, nos están pidiendo que hagamos cosas que Dios claramente no nos ha llamado a hacer.
¡Y podemos sentirnos halagados! Es difícil decirle que no a alguien que te trata como la fuente de toda sabiduría. «Seguro que ella te escucharía», dicen. O pueden expresarlo de esta manera: «Eres la primera persona en la que pensé para el trabajo. Sabes lo mucho que necesitamos ayuda. ¿Podemos contar contigo?».
Frente a esto, debemos aprender a decir que no. ¡Decir no a las cosas incorrectas es la única forma en que podemos decir sí a las cosas correctas! Esto es lo que hizo Jesús, una y otra vez, cuando la gente trató de alejarlo de la tarea que Dios el Padre le dio de salvar al pueblo de Dios. «¡Ven y sé nuestro rey!», gritaban, y Jesús sabía cuánto necesitaban una reforma política. «¡Cúranos, sánanos, resucita a nuestros seres queridos de entre los muertos!». Y Jesús sabía cuánto dolor y amor había en esos gritos. «¡Aliméntanos, porque somos pobres y hambrientos!». Y Jesús sabía que esas palabras también eran ciertas.
Pero Jesús no podía hacer esas cosas, todas esas cosas, como el centro de su vida. Dios Padre lo había enviado para hacer algo aún mayor: dar su vida para rescatar a todas las personas del poder del pecado, la muerte y el diablo. Dios lo había enviado a morir y resucitar, para que todo aquel que confía en Él tenga vida para siempre. Y eso no era compatible con hacer milagros las 24 horas del día. Para darnos lo mejor, Jesús tuvo que decir no a lo que no era su prioridad. Y eso le fue difícil. La gente no entendió. Lo culparon. Pero lo hizo por nosotros, porque nos ama. Nosotros también podemos aprender a decir no en los momentos adecuados, porque estamos sirviendo a Jesús, a quien amamos, de la manera que Él ha elegido para nosotros.
ORACIÓN: Señor, ayúdame cuando necesito decir que no y no me es fácil. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
* En términos generales, ¿te es difícil decir que no?
* ¿En cuál ocasión te ayudó el Espíritu Santo a decir que no a alguien o decirles algo que no querían escuchar?
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