El mensaje del Evangelio es bastante sencillo: Cristo vino, sufrió, murió y resucitó para el perdón de nuestros pecados

El ingrediente activo

Luego les dijo: «Lo que ha pasado conmigo es lo mismo que les anuncié cuando aún estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos». 

Entonces les abrió el entendimiento para que pudieran comprender las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito, y así era necesario, que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día, y que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando por Jerusalén. De esto, ustedes son testigos. Yo voy a enviar sobre ustedes la promesa de mi Padre; pero ustedes, quédense en la ciudad de Jerusalén hasta que desde lo alto sean investidos de poder». 

Lucas 24:44-49

El mensaje del Evangelio es bastante sencillo: Cristo vino, sufrió, murió y resucitó para el perdón de nuestros pecados. Pero para que estos “hechos” tuvieran efecto, hacía falta un ingrediente activo. Por ejemplo, el ingrediente activo del tylenol es el paracetamol. Es el ingrediente que causa el resultado deseado. De la misma forma, para que el mensaje del Evangelio tenga efecto y resulte en fe en Cristo, hace falta activar al Espíritu Santo.

La Palabra de Dios y los Sacramentos son los elementos físicos (“ingredientes activos”) que se convierten en bienes espirituales con la intervención del Espíritu Santo. Cuando esos ingredientes están presentes, lo sencillo y misterioso se convierte en profundo y milagroso. Nuestro papel es compartir este mensaje sencillo y pedir que el Espíritu Santo haga su trabajo para que aquellos que aún no le conocen puedan ver con ojos espirituales el gran regalo de Dios ganado en la cruz del Calvario y visto en gloria tres días después en la resurrección.

ORACIÓN: Gracias, Dios, por iluminar nuestras vidas por medio de tu Espíritu Santo. Proyecta tu luz ampliamente para que muchos otros puedan conocerte de una forma personal. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar:

  • ¿De qué maneras eres luz para las personas que llegan a tu camino?
  • ¿De dónde sacas valor para compartir la luz de Cristo con otros?

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El sacrificio que Jesús hizo por nosotros es el mayor acto de amor que jamás haya existido y vaya a existir

Su amor tiene la última palabra

Cuando el séptimo ángel tocó su trompeta, se oyeron fuertes voces en el cielo, que decían: «Los reinos del mundo han llegado a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos». 

Entonces los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, inclinaron su rostro y adoraron a Dios. Decían: «Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres, y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar. Las naciones se han enfurecido, pero ha llegado tu ira, el tiempo de juzgar a los muertos y de recompensar a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, lo mismo grandes que pequeños, y de destruir a los que destruyen la tierra». 

En ese momento el templo de Dios se abrió en el cielo, y en él se veía el arca de su pacto. Hubo entonces relámpagos, voces, truenos, un terremoto y una granizada impresionante. 

(Apocalipsis 11:15-19)

Normalmente nos acercamos al Viernes Santo con cara triste y corazón agobiado. Y es que no tomamos a la ligera el sacrificio de Jesús. Sabemos que su paga por nuestro pecado es la muerte y que para rescatarnos de la muerte eterna cargó con el castigo que nos correspondía a nosotros.

El sacrificio que Jesús hizo por nosotros es el mayor acto de amor que jamás haya existido y vaya a existir. Ante tal profundo e inmenso acto de amor, el mayor sentimiento con el cual nos acercamos a Dios es agradecimiento. Somos objetos de su amor simplemente porque somos suyos y nos ama, sin que lo ganáramos o lo mereciéramos en absoluto. El hecho de haber sido creados por Dios nos gana su amor. Podemos descansar en la verdad que no hay nada que podamos hacer que haga que Dios nos ame menos.

¡Qué consuelo! ¡Qué alegría! ¡Qué amor! ¡Jesús tuvo la última palabra en la cruz, y esa palabra fue “amor”!

ORACIÓN: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, porque el amor, Tu amor, tuvo y tiene la última palabra en nuestra vida. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar

  • ¿De qué manera la cruz del Calvario muestra que “el amor tiene la última palabra”?
  • ¿Qué consuelo te da saber del gran amor de Dios por ti?

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No necesitamos tener toda la información y saberlo todo, sino sólo confiar en Dios, escuchar a «sus siervos los profetas»

Dios gana

Entonces vi descender del cielo a otro ángel poderoso. Venía envuelto en una nube y con el arco iris sobre su cabeza. Su rostro era semejante al sol, y sus piernas parecían dos columnas de fuego. En su mano tenía un librito abierto, y se quedó con el pie derecho sobre el mar y con el izquierdo sobre la tierra; en ese momento lanzó un grito tan fuerte como el rugido de un león, y se oyó la estruendosa voz de siete truenos. 

Después de que hablaron los siete truenos, me dispuse a escribir, pero desde el cielo oí una voz que me decía: «No reveles lo que han dicho los siete truenos. No lo escribas». Entonces el ángel que vi que estaba sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano derecha al cielo y jurando por el que vive por los siglos de los siglos, por el mismo que creó el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, dijo: «¡Se acabó el tiempo! Cuando llegue el momento de que el séptimo ángel comience a tocar la trompeta, se cumplirá el misterio de Dios, que él ya había anunciado a sus siervos los profetas». 

(Apocalipsis 10:1-7)

Una vez, un predicador dijo: “El Apocalipsis se resume en lo siguiente: Dios gana, y porque Él gana, nosotros también ganamos”. El libro de Apocalipsis muestra varias visiones del futuro en un lenguaje que no siempre es completamente claro. Es que muchas de las cosas que hace el Todopoderoso no las vamos a entender.

Dios es amor, pero también es misterio. No necesitamos tener toda la información y saberlo todo, sino sólo confiar en Dios, escuchar a “sus siervos los profetas”. Podemos hacerlo confiados, porque sabemos que Dios gana y porque Él gana, nosotros también ganamos.

ORACIÓN: Señor de todos los tiempos. Tú nos tienes en Tus manos. No queremos confiar sólo en lo que podemos entender de Ti, sino confiar en Ti siempre. Perdónanos cuando a veces no confiamos porque no entendemos. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar

¿Te resulta difícil confiar en Dios sin saber el porqué de todo lo que sucede?

¿Qué puedes hacer para confiar más en Dios?

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Jesús nos muestra que Él nos va a ayudar a mostrar misericordia y gracia a aquellos que pone en nuestro camino

Ojos de misericordia

Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron, y a gritos le decían: «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!». 

Cuando Jesús llegó a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?». Ellos dijeron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos, y les dijo: «Que se haga con ustedes conforme a su fe». Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pero Jesús les encargó con mucha firmeza: «Asegúrense de que nadie sepa esto». 

Sin embargo, en cuanto ellos salieron, divulgaron la fama de él por toda aquella región. 

(Mateo 9:27-31)

Mientras nos acercamos a Dios y aprendemos a ser como Él, llevamos en nuestro corazón y mente un deseo de servir a otros que vemos en necesidad o que necesitan palabras de ánimo. Yo he sentido ese llamado de Dios. A veces he escuchado y actuado y otras veces no, porque decía que no tenía tiempo, no tenía lo apropiado para ayudar, etc. y etc. Si actúo en favor de responder a una necesidad, doy gracias a Dios. Si no actúo, me doy cuenta de que muchas veces mis excusas no fueron válidas. Pido perdón a Dios por la oportunidad que me dio y que no aproveché.

Jesús nos muestra que Él nos va a ayudar a mostrar misericordia y gracia a aquellos que pone en nuestro camino. En el texto para hoy, los hombres ciegos hablaron confiados de que Jesús podía ayudarlos y Jesús les dio el regalo de la vista. 

Seamos prestos a mostrar misericordia a otros. Dios va a responder, a su manera, para bendecir no solo a las personas servidas, sino también a nosotros.

ORACIÓN: Señor, ayúdanos a mostrar misericordia a otros en formas pequeñas y formas grandes, sabiendo que lo hacemos en tu poder y con tus recursos. Perdónanos cuando dejamos a un lado las oportunidades para hacer el bien. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar

¿De qué manera muestras a Cristo a través de tus actos de misericordia?

¿Cómo puedes mostrar misericordia a otros diariamente?

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Oremos unos por otros para que nuestra fe (un regalo del Espíritu Santo) sea fuerte cuando encontremos pruebas y tribulaciones.

Llamado a orar

Por eso nosotros, desde el día que lo supimos, no cesamos de orar por ustedes y de pedir que Dios los llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que vivan como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; todo esto, fortalecidos con todo poder, conforme al dominio de su gloria, para que puedan soportarlo todo con mucha paciencia. 

Así, con gran gozo, darán las gracias al Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; y que también nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados. 

(Colosenses 1:9-14)

Durante tiempos difíciles en mi vida, han habido personas a mi alrededor que han orado con y por mí. ¡Qué regalo misericordioso y sacrificial! 

Pablo hizo de la oración una parte central de su ministerio. Aquí tenemos un patrón de cómo podemos mostrar el amor y la misericordia de Dios a través de la oración.

Oremos unos por otros para que nuestra fe (un regalo del Espíritu Santo) sea fuerte cuando encontremos pruebas y tribulaciones. Oremos para que la sabiduría y el conocimiento estén siempre centrados en el perdón de Cristo, que es presente y persistente. Oremos para que la resistencia y la paciencia sobrenatural —con gozo— sea evidente en nuestra vida y en la vida de quienes nos rodean. ¡Qué bello e importante apoyo y ánimo darás a otros!

ORACIÓN: Señor, gracias por poder ministrar a otros por medio de la oración. La oración es poderosa solo porque Tú eres poderoso. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar

  • Haz una lista de cada oración mencionada en el texto bíblico para hoy (por ej.: que el Señor te llene del conocimiento de su voluntad, etc.).
  • ¿Cuál de estas oraciones vas a orar por ti? ¿Cuál de estas oraciones vas a orar por quienes te rodean?

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Gracias a los regalos del Espíritu Santo [...] podemos ser instrumentos de uso para la obra del Reino de Dios…

Me detuve en seco

Saulo aún lanzaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor cuando fue a ver al sumo sacerdote. Allí le pidió cartas para las sinagogas de Damasco para que, en caso de hallar a hombres o mujeres de este Camino, los pudiera llevar presos a Jerusalén. 

Pero sucedió que de pronto en el camino, ya cerca de Damasco, lo rodeó un poderoso haz de luz que venía del cielo y que lo hizo rodar por tierra, mientras oía una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Y él contestó: «¿Quién eres, Señor?». Y la voz le dijo: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. [Dura cosa te es dar de coces contra el aguijón. Él, temblando de temor, dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”. Y el Señor le dijo:] Levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que debes hacer». 

Los acompañantes de Saulo se quedaron atónitos, porque oían la voz pero no veían a nadie. Saulo se levantó y, cuando abrió los ojos, ya no podía ver, así que de la mano lo llevaron a Damasco, y allí estuvo tres días sin poder ver, y tampoco comió ni bebió nada. 

(Hechos 9:1-9)

En el camino a Damasco, el Señor detuvo a Saulo en seco con una poderosa luz. En ese momento no tuvo control sobre su vida y tenía que ser guiado y atendido por otros. El Espíritu Santo usó a Ananías para guiar y enseñar a Saulo, y este fue lleno del Espíritu Santo.

Si has llegado a la fe siendo adulto, como yo, tal vez tuviste un momento cuando Dios “te detuvo en seco”, donde te diste cuenta que tu vida no dependía de ti. Ahora puedes reconocer que el Espíritu Santo usó a otros para que te guiaran hacia Él. Gracias a los regalos del Espíritu Santo, y sólo a través de su poder, podemos ser instrumentos de uso para la obra del Reino de Dios aquí en la tierra.

ORACIÓN: Señor, continúa mostrándome que dependo de Ti completamente y ayúdame a “ver” con la luz de Tu poderosa presencia. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar:

Identifica algún momento donde Dios te “detuvo en seco”.

  1. ¿Qué te enseñó Dios?
  2. ¿Cómo reconociste tu dependencia de Dios?

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La vista que tenemos con ojos espirituales es perfecta, y podemos ver hasta la eternidad.

¿Cómo está tu vista?

El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. Cuando Jesús hizo lodo y le abrió los ojos al ciego era día de reposo. También los fariseos volvieron a preguntarle cómo había recibido la vista. Y él les dijo: «Me puso lodo en los ojos, y yo me lavé, y ahora veo». Algunos de los fariseos decían: «Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo». Y otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer estas señales?». Y había disensión entre ellos. 

Entonces volvieron a preguntarle al ciego: «¿Tú qué opinas del que te abrió los ojos?». Y él respondió: «Creo que es un profeta… 

Entonces volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador». Pero él respondió: «Si es pecador, no lo sé; lo que sí sé, es que yo era ciego y ahora veo». 

(Juan 9:13-17, 24-25)

Al igual que este hombre, nosotros también nacemos espiritualmente ciegos. 

Jesús, la Luz del mundo, vino a dar su vida en la cruz para que, a través de su sacrificio, seamos libres del pecado y recibamos el regalo de la vida eterna. 

El hombre ciego no pudo explicar cómo recibió la vista. El sólo sabía que era ciego y ahora podía ver. Nosotros tampoco podemos explicar los misterios de Dios. Pero podemos testificar que Dios, por medio de su Espíritu Santo, nos permite “ver” su gloria y compartir su luz para que otros también puedan ver. La vista que tenemos con ojos espirituales es perfecta, y podemos ver hasta la eternidad.

ORACIÓN: Señor, envía tu luz de rescate a todo el mundo y permite que seamos instrumentos en ayudar a otros a ver también la eternidad. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar:

  • Muchas personas quieren que los cristianos tengamos respuestas definitivas acerca de Dios. ¿Qué confianza te da la declaración del hombre ciego “era ciego y ahora veo”, cuando hablas a otros acerca de Dios?
  • ¿Qué podemos hacer para ver con más claridad la gloria de Dios?

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Con su sacrificio en la cruz, Jesús abrió paso e iluminó el camino hacia la eternidad.

En el principio…

En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra. La Palabra estaba en el principio con Dios. Por ella fueron hechas todas las cosas. Sin ella nada fue hecho de lo que ha sido hecho. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Éste vino por testimonio, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él. Él no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. La Palabra, la luz verdadera, la que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 

(Juan 1:1-9)

Las historias que perduran tienen algunas líneas memorables. A ver si reconoces esta: “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”. Es la primera línea de La Guerra de las Galaxias, que dio apertura a la historia y estableció algunos puntos principales acerca de la película.

El Evangelio según San Juan comienza con una declaración acerca de Dios y la creación y comparte unas verdades fundamentales de nuestra fe. Nos dice que Dios siempre existía. Nos dice que Dios, y solo Dios, creó todo lo que existe y nos creó a nosotros con la intención de que seamos portadores de su luz y que reflejemos y demos testimonio de ella. En esta semana nos enfocamos en el regalo de Dios en Jesús, la luz verdadera que vino para vencer la oscuridad. Con su sacrificio en la cruz, Jesús abrió paso e iluminó el camino hacia la eternidad. ¡Qué tremenda primera línea! Esta verdad es digna de ser recordada con gozo siempre.

ORACIÓN: Señor, tú eres la luz del mundo. Tu luz es tan brillante que ninguna oscuridad puede vencerla. Capacítanos por medio de tu Espíritu Santo para que brille tu luz entre quienes nos rodean. Amén.

Melissa Salomon

Para reflexionar:

  • ¿Qué diría una línea memorable acerca de tu vida?
  • ¿Cómo puedes ser luz al mundo que te rodea?

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…Jesús nos muestra su gran amor entregando su vida por nosotros

Imitadores de Cristo

Por tanto, imiten a Dios, como hijos amados. Vivan en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de aroma fragante. 

(Efesios 5:1-2)

Aún recuerdo cuando de niña admiraba a ciertas personas de mi familia que eran mayores que yo, y cómo de esa admiración nacía el deseo de llegar a ser como ellos. Por esa razón empecé a imitar a esas personas, como una forma de querer ser igual que ellos

Imagino que en alguna ocasión todos hemos pasado por esta misma situación y hemos tenido a una persona a la cual admiramos tanto que deseamos ser como ellos, ya sea en su forma de ser, en su forma de vestir o su forma de hablar.

En alguna ocasión escuché la frase “la imitación es la forma más sincera de alabar a alguien”. Es por esta razón que no podemos evitar querer ser como aquellas personas que admiramos. Pero, si esta frase es verdad, ¿por qué no imitamos a Dios, así como nos exhorta el texto para hoy?

Una de las mejores formas de imitarle es a través del perdón y el amor sacrificial, el mismo amor que Jesucristo nos mostró al morir en la cruz del calvario tomando nuestro lugar. Al entregar su vida como el sacrificio perfecto, obtuvo para nosotros el perdón completo de todos nuestros pecados.

Este sacrificio tan grande es un regalo de amor de Dios hacia nosotros. Nosotros no podíamos hacer absolutamente nada para ganarnos la salvación. Por esta razón, Jesús nos muestra su gran amor entregando su vida por nosotros.

No podemos más que agradecer este regalo tan grande que Dios nos ha dado por medio de su Hijo Jesús. Disfrutemos del regalo de la salvación y vivamos una vida de agradecimiento, mostrando este mismo amor y dejando brillar la luz de Cristo en nuestras vidas.

ORACIÓN: Amado Padre celestial, ayúdame a ser imitador de tu Hijo Jesucristo, para así poder mostrar tu amor a mis hermanos y a todas aquellas personas que aún no han escuchado de ti. Amén.

Abigaíl Ramírez

Para reflexionar:

  • ¿Hay alguien a quien deba perdonar hoy?
  • ¿Hay alguna persona a quien pueda mostrarle el amor de Dios?

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El perdón es tan valioso que quienes lo reciben se llenan de gozo, mientras que quienes no lo tienen sufren dolores inimaginables.

Perdonados, perdonamos

Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

(Efesios 4:32 NVI).

Existe una frase que para muchos es muy difícil de pronunciar y para otros tal vez sea imposible. Esta frase es “Te pido perdón”. Creemos que podemos vivir sin la necesidad de pedir perdón. Pero vivir así nos trae tristeza, dolor y amargura.

Por si fuera poco, existe otra frase que es mucho más difícil de decir. Esta frase es “Te perdono”. Guardamos tanto rencor en nuestro corazón por las ofensas recibidas, que nos resulta imposible perdonarlas.

Pero, imaginemos por un momento cómo sería el mundo si no existiera el perdón. Saulo jamás se habría convertido en Pablo. Esaú no habría perdonado a su hermano Jacob por robarle la bendición de su padre. El Rey David habría vivido devastado toda su vida. José habría hecho pagar a sus hermanos por haberlo vendido. Moisés habría muerto en el exilio. El hijo pródigo no habría regresado a casa y Jesús nunca habría venido a este mundo. Estaríamos perdidos, sin esperanza y sin amor.

Sin embargo, en su gran misericordia Dios creó el perdón y cambió por completo el rumbo de la historia. La Biblia está llena de historias de perdón. Gracias al perdón, Saulo se convirtió en Pablo y escribió gran parte del Nuevo Testamento. Fue tanta la alegría que el Rey David sintió al ser perdonado, que le escribió cantos de alabanza (Salmos) a Dios. José alimentó a sus hermanos, evitando que murieran de hambre. Moisés liberó al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. El hijo pródigo fue recibido con un gran banquete.

El perdón es tan valioso que quienes lo reciben se llenan de gozo, mientras que quienes no lo tienen sufren dolores inimaginables. Tal vez “Te pido perdón” y “Te perdono” sean las frases más difíciles de decir, pero Jesús las puso en práctica al morir en la cruz del calvario para perdonar todos nuestros pecados. ¡Gocemos del gran regalo que Dios nos ha dado a través de él!

ORACIÓN: Querido Jesús, enséñame a compartir el perdón que con mucho amor me has dado. Amén.

Abigaíl Ramírez

Para reflexionar: 

  • ¿Por qué cosas necesitas pedirle perdón a Dios?
  • ¿Qué cosas necesitas perdonar a otros?

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