Hacía tiempo que Paula Flores Antihuala, de 20 años de edad, buscaba un curso bíblico.
Sentía que le faltaba conocimiento sobre la Palabra de Dios. El problema era que todo lo que conseguía o le exigía mucho tiempo -que no le sobra, porque es estudiante universitaria-, o era muy costoso, y no contaba con mucho dinero para pagarlo.
Un día, buscando en Facebook cursos bíblicos, la red social le sugirió la página de Cristo Para Todas Las Naciones – Chile, y entre las publicaciones recientes encontró una que invitaba a apuntarse al curso Hacia Una Nueva Vida (HUNV), programa patrocinado por nuestra organización, que se dictaría en la Misión Luterana Providencia, en la zona nororiental de Santiago, a cargo del pastor James Tino.
Era justo lo que ella quería: un curso corto y de entrada liberada.
“Yo creo en esto y sé que es verdad, pero me gusta demostrarlo con hechos, no con palabrería. Hay personas que dicen ‘Dios existe’, pero ahí queda, y estamos en un mundo donde la información va y viene, y las personas ya no son ignorantes”, expresa Paula, quien cursa el segundo semestre de Ciencias de la Familia en la Universidad Finis Terrae.
«Dios nos pone a disposición todas las cosas para conocerlo. Hay personas que dicen que Dios es fantasía y yo digo que no, que es real, pero ¿cómo lo demuestro? Uno, para debatir, tiene que tener argumentos, evidencias, y yo sé que los hay», añade.
“Dios es tan real como el aire que respiramos, y hay evidencias de eso”, recalca.
Precisamente, el curso HUNV le dio a ella las herramientas básicas, fundamentadas en la Biblia, para responder las preguntas de las personas curiosas con respecto al cristianismo: “Los apóstoles decían que uno tiene que responderles sus preguntas, que son válidas”.
Ser cristiano no es ser aburrido
Paula, que se congrega en la Iglesia Evangélica Pentecostal “La Piedra Viva”, en Puente Alto, comuna donde vive, sabe que las tentaciones para alguien de su edad son muchas, más aún en el entorno universitario.
“Hay cosas que hacen mis compañeros que a mí también me gustaría hacer, pero hay algo en mí, y creo que es el Espíritu Santo, que me dice qué hacer y qué no. Uno sabe cuándo algo es bueno o malo. Dios dice que, si uno es amigo del mundo, se convierte en enemigo de Él. Uno no puede combinar las cosas en el sentido de que, estamos en este mundo, pero no somos del mundo”, explica.
Paula subraya que ser cristiano no significa convertirse en una persona aburrida. “Todo lo contrario: tu vida va a ser abundante, vas a tener paz. Quizás no vayas a tener tantos amigos, porque ellos van y vienen, pero vas a tener a un amigo excepcional, extraordinario, que va a estar en las buenas y en las malas contigo”.
“Hay muchos jóvenes que no quieren nada con Dios, porque quieren disfrutar de una vida libre, pero cuando yo converso con ellos me doy cuenta de que su vida es un desastre, que no tienen donde apoyarse, que su familia está destruida y tratan de encontrar amor o amistad en las fiestas, de llenar esos vacíos en las cosas que les entrega la vida, pero no pueden sentirse plenos, porque nosotros por naturaleza estamos conectados con Dios, y Dios es todo para nosotros; si Él está en nuestro corazón realmente nuestra vida es plena”, puntualiza Paula.
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