En esa misma región había pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus rebaños. Allí un ángel del Señor se les apareció, y el resplandor de la gloria del Señor los envolvió. Ellos se llenaron de temor.
Lucas 2:8-9
Esa noche, los pastores estaban en el campo cuidando de sus ovejas. Las estaban protegiendo de los depredadores: leones, osos, lobos. Si era la temporada de parición, podrían haber estado ayudando a las ovejas en el parto. La protección y el cuidado era su trabajo.
Quizás esa es la razón por la que Dios los eligió, de entre todas las personas, para ser los primeros en escuchar la maravillosa noticia del nacimiento de Jesús. “No teman”, dice el ángel, “que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría. Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:10b-11).
¿Quién es este Salvador, Cristo el Señor? Él es tu cuidador, quien te defiende y te ayuda cuando sufres. Él es tu Pastor, quien te protegerá de los poderes del mal. Él es Jesús, quien dará su vida para hacer de ti un hijo de Dios, y resucitará de entre los muertos para que puedas vivir para siempre.
¡Qué razón para celebrar!
ORACIÓN: Querido Señor, tú eres mi Buen Pastor. Mantenme contigo siempre. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
¿Cuándo te has desempeñado como cuidador o protector?
¿Cuándo hubo alguien que te protegió o cuidó de ti?
Comparte acerca de un momento en que Jesús actuó como un Buen Pastor para ti.
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