El rey Asuero impuso tributo sobre el país, hasta las costas del mar. Y todos los hechos de su poder y autoridad, y el relato de la grandeza que Mardoqueo recibió de parte del rey, quedaron registrados en el libro de las crónicas de los reyes de Media y de Persia. Porque Mardoqueo el judío fue el segundo en poder, después del rey Asuero. Mardoqueo fue un gran personaje entre sus hermanos judíos, y muy estimado por todos ellos, pues se preocupó por el bienestar de su pueblo y procuró la paz para todo su linaje.
(Ester 10).
El capítulo 10 de Ester es un epílogo que elogia a Asuero y a Mardoqueo por ser buenos gobernantes y preocuparse por el bienestar del pueblo. Martín Lutero, en su explicación del Padrenuestro, incluyó a las autoridades piadosas y fieles como una de las bendiciones que debemos pedir.
Sin embargo, a veces, no valoramos esta bendición de Dios y terminamos murmurando y quejándonos de nuestros pastores y líderes porque son imperfectos seres humanos, en vez de honrarlos y someternos a ellos como lo pide Dios.
Dios tiene un propósito en la institución de las autoridades. No todos hacen lo correcto porque vivimos en un mundo quebrantado. Pero es noble y agradable a Dios que honremos a aquellos líderes que nos cuidan con cariño como pastores y obreros religiosos. Y a nuestros líderes civiles también.
Padre, gracias por ser nuestro buen pastor y líder eterno. Gracias porque tu Palabra relata los hechos de tu poder, autoridad y grandeza. Gracias por Cristo, los apóstoles y todos los grandes personajes muy estimados por los creyentes, pues se preocuparon por el bienestar de su pueblo y procuraron la paz para su linaje, incluyéndonos a nosotros como su linaje espiritual. Perdona nuestras críticas hacia las personas que ocupan cargos de autoridad, y ayúdanos a reconocer y agradecer las bendiciones que nos das por medio de ellos. Amén.
Diaconisa Noemí Guerra
Para reflexionar:
* ¿Cuál es el papel de las autoridades piadosas y fieles en la sociedad? ¿De qué manera influyen en el bienestar de las personas?
* ¿Cómo podemos evitar caer en la crítica y el descontento hacia nuestros líderes, recordando que son una manifestación del cuidado de Dios por nosotros?
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