En el trabajo, en los estudios e, incluso, en casa somos tentados a aplicar la ley del mínimo esfuerzo.
El sabio Salomón, en el libro de los Proverbios, dice: «¿Conoces a alguien que hace bien su trabajo? Pues debes saber que ese es mejor que la mayoría y merece estar en compañía de reyes».
¡Hacer todo bien hecho!, esa es una receta para el éxito. No importa si el jefe es malo, o si el profesor es exigente. Si trabajamos con amor, el resultado es distinto.
Mira a Jesús, Él hizo lo que era necesario hacer, por amor. Y esto le costó la vida a nuestro favor.
Haz siempre lo mejor. Acuérdate de que Dios ve todo lo que haces.
Oración:
Señor Dios, dame ánimo y motivación para que yo cumpla todas mis tareas con alegría y amor en el corazón. Amén.
© Copyright 2022 Cristo Para Todas Las Naciones
Texto originalmente publicado en el libro digital “Mensajes de esperanza”, producido por la Hora Luterana de Brasil, traducido al español por CPTLN – Paraguay y editado por CPTLN – Panamá.
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