A ustedes, los que me escuchan, les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, y oren por quienes los calumnian… Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados
(Lucas 6:27-28, 31).
Vivir la fe cristiana es vivir una religiosidad que va más allá de lo espiritual. Lo espiritual no lo vemos, como no vemos a Dios que es espíritu. Para que lo espiritual sea algo que podamos experimentar, Dios se concentró en un ser humano, literalmente Dios se hizo un ser humano con cuerpo, alma y espíritu. San Pablo dice en Colosenses 2:9 “En [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.
¿Cómo demostró Cristo la religión? ¿Cómo demostró su espiritualidad divina y humana? Amando a las personas que se acercaron a él. Y más aún, amando a sus enemigos, a los que lo insultaron, lo flagelaron a latigazos y lo crucificaron. Los amó tanto que, desde la cruz a punto de morir, pidió al Padre que los perdonara por su ignorancia.
A Jesús muchos no le devolvieron bien por bien, sino que le respondieron con desagradecimiento e indiferencia por la sanación que recibieron. La historia de los diez leprosos en Lucas 17 (ver versículos 11 al 19) es un ejemplo concreto.
Jesús practicó su espiritualidad en una forma en que nosotros podemos entenderla, apreciarla y seguirla. Lo que Jesús dice en este texto nos lleva a seguir su ejemplo. Pero para tratar a los demás como queremos ser tratados, necesitamos el poder de Dios. Porque no es posible que desde nuestra pecaminosidad que tanto nos discapacita podamos devolver con bien el mal que nos hacen.
El perdón que recibimos de Dios puede cambiar estas cosas, la fe que recibimos del Espíritu Santo nos capacita para ejercitar nuestra espiritualidad con los demás para que sea un testimonio del amor de Dios por todas las personas del mundo.
Padre, en el nombre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo danos más fe para amar a los demás de la forma en que tú nos amas. Amén.
Rev. Héctor Hoppe
Para Reflexionar:
- ¿Cómo vives tu fe? ¿Quién la puede ver?
- ¿Quién puede beneficiarse física, emocional y espiritualmente de tu testimonio de fe?
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