Jesús habló de estas cosas, y levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti…
»He manifestado tu nombre a aquellos que del mundo me diste; tuyos eran, y tú me los diste, y han obedecido tu palabra. Ahora han comprendido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti. Yo les he dado las palabras que me diste, y ellos las recibieron; y han comprendido en verdad que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, cuídalos en tu nombre, para que sean uno, como nosotros.
(Juan 17:1, 6-11)
Juan 17 es muy querido para mí, porque es la única oportunidad que tenemos de escuchar el consejo de la Trinidad. Jesús, Dios Hijo, está hablando a Dios Padre.
Jesús casi ha terminado con su obra en la tierra, y lo sabe. La cruz y una tumba prestada asoman delante. Jesús está volviendo al Padre. Pero por este breve momento de paz Él le habla al Padre en este mundo, a oídos de Sus discípulos. Se puede escuchar el amor y la preocupación en su voz.
¿Qué dice? Él ora por nosotros, todos los que confiamos en Él, incluidos los que aún no han nacido (ver Juan 17:20). Le pide al Padre que nos cuide y nos guarde en su Nombre. Jesús tiene urgencia por protegernos, por mantenernos en la verdad y no perder a ninguno en las mentiras del diablo.
Y Jesús le pide a Dios que nos haga uno, así como Padre, Hijo y Espíritu son Uno. Cuando escucho esto me da vergüenza, porque ¿quién no se ha sonrojado por las peleas que se dan en la iglesia cristiana? Y sin embargo… y sin embargo, hay una unidad, ¿no es así? Hay un amor que nos une, más allá de las fronteras del idioma, la nación y la denominación. Solo el Nombre de Jesús es un pasaporte para todo tipo de apoyo amoroso, ¡y no solo para los cristianos!
Jesús oró por nosotros, y su oración ha sido contestada. Que el Espíritu Santo siga haciendo brotar entre nosotros, los que somos de Jesús, los frutos de esa oración.
ORACIÓN: Querido Padre, gracias por escuchar la oración de Jesús por nosotros. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
* ¿Por qué crees que Jesús está tan preocupado por nuestra unidad?
* ¿Qué significa para ti saber que Jesús estaba pensando en ti la noche antes de su muerte?
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