Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará.
Lucas 10:42
Mi esposo y yo íbamos por una carretera del oeste de Texas en un viaje de trabajo. Nos esperaban varias horas de camino. Así que saqué mi computadora y me puse a trabajar.
Apuntando a la ventana, me dice mi esposo: «Mira los búfalos». Yo miré de reojo, asentí con la cabeza y seguí trabajando. De repente sentí que el auto se había detenido. Mi esposo había dado toda una vuelta en U y regresado al lugar donde estaban los búfalos. Pero no solamente se detuvo, se bajó del auto, se acercó lo más que pudo a los búfalos y tomó varias fotos. Entonces levanté la cabeza y mi esposo venía de regreso al auto con una grandísima sonrisa. Me mostró las fotos que tomó y luego se las envió a nuestros hijos. Yo decidí cerrar la computadora. El día estaba hermoso, el cielo, perfecto, y la sonrisa de mi esposo, encantadora.
Dios trata de hablarnos y mostrarnos los «búfalos» de muchas maneras. Él usa su creación, a nuestra familia y, sobre todo, su Palabra. Y la palabra de Cristo es lo único que realmente necesitamos. Todo lo demás es secundario.
Jesús entró en una aldea y Marta lo recibió con hospitalidad. Marta estaba ocupada con muchos quehaceres porque estaba preocupada y aturdida con muchas cosas, pero, María, su hermana, se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía. Es como si María hubiera cerrado su computadora dejando todo lo demás en segundo plano para «ver los búfalos» que Jesús le quería mostrar.
Trabajar y servir a otros con amor no está mal, pero «una sola cosa es necesaria» para la fe y el amor: la Palabra de Dios, los grandes búfalos de enseñanzas.
ORACIÓN: Jesús, gracias por invitarme a sentarme a tus pies. Ayúdame a responder a tu invitación y a compartirla con otros.
Diaconisa Noemí Guerra
Para reflexionar:
* ¿Has visto búfalos de cerca? ¿Cómo fue?
* Toma un tiempo para sentarte a los pies de Jesús hoy. Luego, envíales a tus hijos (y a todo el que quieras) las «fotos de los búfalos» que encontraste en las promesas de Dios.
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