Todos queremos vivir de una manera confortable y tener un futuro seguro. Y eso no está mal.
El problema es cuando nos preocupamos tanto con eso que vivimos para juntar dinero y todo tipo de bienes.
Todos necesitamos de dinero para vivir, pero “algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores” (1 Timoteo 6:10).
Pon delante de Dios todas tus necesidades y deseos. Recuerda que la mayor riqueza que se puede tener es confiar en Jesucristo y en el perdón que Él nos regaló al morir en la cruz y resucitar.
Oración:
Señor, nuestro Dios, te doy gracias por todo lo que me das diariamente. Ayúdame para que no ponga el amor al dinero por encima del amor que tengo por ti, en respuesta al amor que tienes por mí. Amén.
© Copyright 2022 Cristo Para Todas Las Naciones
Texto originalmente publicado en el libro digital “Mensajes de esperanza”, producido por la Hora Luterana de Brasil, traducido al español por CPTLN – Paraguay y editado por CPTLN – Panamá.
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