[Jesús dijo] «En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre lo sabe. Pero ustedes, presten atención y manténganse atentos, porque no saben cuándo llegará el momento. Es como cuando alguien deja su casa y se va lejos, y delega autoridad en sus siervos y deja a cada uno una tarea, y ordena al portero mantenerse despierto. Así que ustedes deben mantenerse despiertos, porque no saben cuándo vendrá el señor de la casa, si al caer la tarde, o a la medianoche, o cuando cante el gallo, o al amanecer; no sea que venga cuando menos lo esperen, y los encuentre dormidos. Esto que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!».
Marcos 13:32-37
¿Alguna vez te pusieron a cargo de algo mientras la persona encargada no estaba? ¿Cómo te fue? ¿Estaba todo en orden cuando la persona regresó? ¿Te volverían a confiar esa tarea?
¿O fue como el adolescente cuyos padres se fueron de viaje al extranjero? Dado que era propenso a las fiestas, sabía que tenía tiempo para ordenar la casa antes de que regresaran. Es decir, a menos que regresaran un día antes, que fue exactamente lo que sucedió. El día que iba a sacar la basura, tirando latas y botellas y vaciando los ceniceros, nunca sucedió del todo. Al menos no de la manera que pretendía el adolescente, ya que sus padres llegaron 24 horas antes de lo fijado y vieron los restos de varias fiestas y un hijo muy atontado.
Como una fuerte advertencia a los creyentes para que eviten ser tomados desprevenidos sin estar preparados, Jesús nos dice: «presten atención y manténganse atentos, porque no saben cuándo llegará el momento». El Nuevo Testamento está lleno de exhortaciones a estar alerta (ver Mateo 24:44; 1 Pedro 1:13; 1 Tesalonicenses 5: 2-9; Lucas 21:36). Estas sinceras palabras de consejo espiritual nos han sido dadas por una razón: Jesús regresará por su pueblo, y no sabemos cuándo.
Estos llamados del Salvador y sus apóstoles para que prestemos toda nuestra atención al regreso del Señor siguen siendo válidos en el siglo XXI. La lucha por nuestra atención es feroz y proviene de todos los ángulos, por lo que la victoria de Jesús sobre el pecado, la muerte y el diablo puede perderse en medio del torbellino de nuestra era.
Es decir, si no estamos listos. Pero podemos estar listos y esperando el regreso del Maestro. Jesús nos dice: «Manténganse listos, con la ropa puesta y con su lámpara encendida. Sean como los siervos que están pendientes de que su señor regrese de una fiesta de bodas: en cuanto su señor llega y llama, ellos le abren enseguida. ¡Dichosos los siervos a los que su señor encuentra pendientes de su regreso!» (Lucas 12: 35-37a).
ORACIÓN: Padre celestial, prepáranos para el regreso de tu Hijo. Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
Paul Schreiber
Para reflexionar:
1.- Aunque la Escritura no nos dice cuándo regresará Jesús, sí nos dice que regresará. ¿Te anima esto a mantenerte alerta?
2.- ¿Dios te ha puesto «a cargo» de algo? ¿Cómo te mantienes enfocado en esa tarea?
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