En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados; que también, conforme a las Escrituras, fue sepultado y resucitó al tercer día; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos aún viven, y otros ya han muerto. Luego se apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles; y por último se me apareció a mí, que soy como un niño nacido fuera de tiempo […] Pero, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que los muertos no resucitan? Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, nuestra predicación no tiene sentido, y tampoco tiene sentido la fe de ustedes. Entonces resultaríamos testigos falsos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido… ¡si es que en verdad los muertos no resucitan! Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes no tiene sentido, y ustedes todavía están en sus pecados. En tal caso, también los que murieron en Cristo están perdidos. Si nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los hombres; pero el hecho es que Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.
1 Corintios 15: 3-8; 12-20
Hay personas que piensan que la resurrección de Jesús no importa. «Lo que importa es la enseñanza de Jesús», dicen: «Puedo seguir su enseñanza sin creer en la resurrección». Para otros, la resurrección parece una vergüenza, una ocurrencia tardía, un final feliz agregado porque, de lo contrario, las cosas serían demasiado trágicas para lidiar con ellas.
Pero eso no es correcto. Jesús ciertamente ha resucitado de entre los muertos, y debemos pensar en ello, ¡y celebrarlo! Su resurrección es el corazón de todo lo que Dios ha hecho por nosotros.
Entonces, ¿qué significa la resurrección? ¡Muchas cosas! Significa que Jesús realmente es quien dice ser, y no simplemente un gran maestro que se confundió acerca de su identidad. Dios no resucitaría a un mentiroso de entre los muertos, ni siquiera a un mentiroso confundido. La resurrección es el sello de aprobación de Dios sobre Jesús y todo lo que Él dijo e hizo. Si Jesús ha resucitado de entre los muertos, eso significa que todo lo que Él nos dijo es verdad, y podemos apoyarnos y poner todo nuestro peso en esa verdad con total confianza. Esta verdad aguantará, no nos defraudará, porque Jesús ha resucitado.
La resurrección también significa que nuestros pecados son perdonados, realmente perdonados, desaparecidos para siempre. Dios ha aceptado el sacrificio de Jesús en la cruz. No nos queda nada por pagar a nosotros. Así que esa horrible culpa que te preocupa por la noche, la que sigue regresando, es falsa, es una mentira. No nos queda nada por pagar. Realmente estás perdonado, porque Jesús ha resucitado.
La resurrección de Jesús significa que tenemos un futuro por delante. La muerte no es el fin. El dolor, el sufrimiento, la pérdida de fuerza y memoria no son el fin del pueblo de Dios. Jesús ha resucitado, el primero de toda la humanidad, y todos los que le pertenecen también resucitarán. Eso tenlo por seguro, tan seguro como la luz del sol de mañana. Jesús es el primero, pero no será el último. Tú participarás también. Tú serás resucitado y disfrutarás de esa nueva vida con todo el pueblo de Dios para siempre.
ORACIÓN: Amado Padre, gracias por resucitar a Jesús, y porque también nos resucitarás a nosotros. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
* ¿Conoces a alguien que no crea en la resurrección?
* ¿Sueles pensar más en la cruz o en la resurrección? ¿Por qué?
© Copyright 2022 Cristo Para Todas Las Naciones
Suscríbete y recibe el devocional diariamente en tu e-mail: