[Pedro dijo] «Se hace necesario que, de aquellos que nos acompañaron todo el tiempo en que el Señor Jesús estuvo entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que el Señor subió al cielo, uno de ellos se nos una para ser testigo de su resurrección» […] Y en su oración dijeron: «Señor, tú conoces todos los corazones. Muéstranos a cuál de los dos has escogido» […] Y lo echaron a la suerte, y ésta recayó en Matías. Y a partir de entonces fue contado entre los once apóstoles.
(Hechos 1:21-22, 24a, 26)
Pedro tiene prisa por reemplazar a Judas. ¿Por qué? Pedro dice: «Que uno de ellos se nos una para ser testigo de la resurrección de Jesús». Eso es lo que les importaba a esos primeros creyentes. La resurrección de Jesús era más importante que cualquier otra cosa, y querían que los Doce dieran testimonio de ello con todas sus fuerzas.
Pero ¿qué tiene de importante que Jesús resucitara? Muchas cosas. Para empezar, su resurrección nos consuela porque, de todas las personas que amamos que han muerto, tenemos al menos Uno que ha resucitado y nunca más morirá. Su resurrección es un anticipo de la resurrección de todo el pueblo de Dios, incluidos aquellos por los que nos afligimos en este momento.
Pero hay mucho más. La resurrección es el sello de aprobación de Dios sobre todo lo que Jesús dijo e hizo. Dios nunca resucitaría a un mentiroso, ¡pero sí resucitó a Jesús! Así Dios dejó en claro que aprueba lo que Jesús enseñó, incluido el que se llamara a sí mismo Hijo de Dios.
La resurrección también deja en claro que la obra de Jesús ha terminado. Él ha pagado por nuestros pecados dándonos paz con Dios, y ha quebrantado el poder del diablo liberándonos de la esclavitud. Jesús venció la muerte no sólo para sí mismo, sino para todos los que confiamos en él. Ahora tenemos estos dones: perdón, libertad y vida eterna, que nadie nos puede quitar.
El hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos significa que Él puede cumplir Su promesa de estar con nosotros para siempre y regresar visiblemente al fin del mundo. Eso nos da esperanza mientras vivimos en un mundo oscuro y roto. También nos da ayuda en este momento, porque podemos acudir a Él en nuestra necesidad.
Nosotros no somos testigos presenciales, pero somos testigos de la resurrección de Jesús de todos modos, porque tenemos el Espíritu Santo viviendo y obrando en nuestras vidas. Y porque Jesús resucitó, un día nosotros también resucitaremos de entre los muertos.
ORACIÓN: Amado Padre, gracias por resucitar a tu Hijo de entre los muertos. Este es nuestro consuelo y alegría. Amén.
Dra. Kari Vo
Para reflexionar:
* ¿Cómo serían diferentes las cosas si Jesús no hubiera resucitado?
* ¿Por qué es importante la resurrección para tu vida?
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