La venida del Hijo del Hombre será como en los días de Noé.
Mateo 24.37
Hay días en los que mi esposa tiene el presentimiento de que ocurrirá algo malo. A veces pasa y a veces no ocurre nada. Es solo eso: un presentimiento. Sin embargo, una jornada completa puede resultar empañada por el temor a lo que pueda ocurrir.
La venida del Hijo del Hombre anunciada en las Sagradas Escrituras es para algunos cristianos la cierta esperanza de un futuro mejor, mientras que para otros es un mal presentimiento. Quienes viven en esperanza viven con alegría, trabajando despreocupados en la certeza de su cumplimiento. En tanto que otros temen que su retorno no los encuentre debidamente preparados. Cada día los asalta un mal presentimiento: que pronto ocurrirá el fin.
Jesús enseñaba a sus discípulos que nadie sabe el día ni la hora de su venida, ni siquiera los ángeles de los cielos, sino sólo el Padre. La venida será como en los días de Noé, cuando nadie aguardaba el diluvio, hasta que comenzó a llover sobre la tierra.
Pero nosotros no aguardamos la destrucción, sino el regreso. No aguardamos la muerte, sino la vida. No aguardamos el fin, sino el comienzo. Este Cristo que regresa viene a traernos la salvación prometida. Ya estuvo en nuestra tierra demostrándonos su amor: entregando su vida para salvarnos de nuestros miedos, de nuestros pecados y de la muerte.
Los temores y presentimientos que nos inquietan y perturban son producto de la debilidad humana frente al futuro. Es cierto que lo desconocemos, pero frente a él tenemos las seguras promesas de la Palabra de Dios.
Vivir en paz y alegría es producto de la fe en la certeza de su venida, aunque no sepamos cuándo ocurrirá.
ORACIÓN: Gracias, Señor, por tus promesas que nos dan tranquilidad. Enséñanos a vivir sin temores ni malos presentimientos. Por Jesús te lo pedimos. Amén.
Rev. Omar R. Weber
Para reflexionar:
•¿Qué situaciones de la vida actual te hacen presentir la cercanía de la venida de Jesús?
•¿Cuál crees que es la mejor manera de estar preparado para la venida de Jesús?
•¿De qué forma expresas tu gozo y alegría por la venida de Jesús?
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