¡Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria! ¡Ha llegado el momento de las bodas del Cordero! Ya su esposa se ha preparado, y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y refulgente». Y es que el lino fino simboliza las acciones justas de los santos.
Apocalipsis 19:7-8
A mí me encantan las bodas. Me ha tocado participar de muchas, algunas veces como invitada, otras como organizadora y una vez como novia. Preparar una boda es algo emocionante, es una celebración que trae una serie de sentimientos: mucha alegría, también nerviosismo, ansiedad, etc. Usamos meses, incluso años para la preparación. Queremos que todo salga bien, que todo esté listo para la celebración. Y qué alegría es ver cuando se presentan los novios, y toda la concurrencia se pone de pie para recibir a la novia, con su hermoso vestido blanco.
El Señor está preparando una boda. La palabra del Señor en repetidas ocasiones compara a la iglesia con una novia que se prepara para recibir a su marido. El novio, Jesús, espera ansiosamente el gran momento de recibir a su amada iglesia, la novia del Cordero, la cual ha sido preparada. Esto nos muestra un momento de transición. Antes, la novia no estaba lista, sus ropas estaban sucias, manchadas por el pecado. Estábamos separados de Dios y sin esperanza alguna.
Pero Dios cambió nuestras vestiduras, quitando nuestro pecado, purificándonos con la sangre de su amado hijo Jesucristo y vistiéndonos de limpio. Tenemos el mejor de los vestidos. Hemos sido revestidos de Cristo mismo. Y por su vida, muerte y resurrección, ahora estamos preparados para encontrarnos con él. No nos podíamos quitar las vestiduras manchadas y sucias; solamente Cristo lo pudo hacer por su iglesia, en su amor incondicional y su gracia. ¡Qué momento tan maravilloso nos espera!
ORACIÓN: Amoroso Señor, gracias por haberme limpiado de todos mis pecados y haberme vestido con ropas de justicia y santidad. Espero ansiosamente tu venida. Amén.
Diaconisa Noemí Guerra
Para reflexionar:
* Reflexiona en cómo Cristo te ha vestido de limpio y te espera con los brazos abiertos.
* Ora por alguien que conozcas que no esté seguro de que será parte de la boda celestial.
© Copyright 2022 Cristo Para Todas Las Naciones
Suscríbete y recibe el devocional diariamente en tu e-mail: