Entonces verán al Hijo del Hombre venir en las nubes con gran poder y gloria, y él enviará a sus ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, desde los extremos de la tierra hasta los extremos del cielo. […] En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre lo sabe. Pero ustedes, presten atención y manténganse atentos, porque no saben cuándo llegará el momento.
(Marcos 13:26-27, 32-33).
¡Despierta, hijo, o vas a perder el bus! En varios países los jóvenes toman el bus para ir al colegio. El bus llega a cierta hora, pero nadie sabe la hora exacta, por lo que hay que estar preparado. Porque si uno lo pierde, las puertas del colegio se cierran y ya no se puede entrar.
Jesús dice que volverá a recoger a sus elegidos. Vendrá para reunirlos y darles entrada al cielo, para llevarlos ante la presencia de su Padre. Pero el que no esté despierto y listo, se lo perderá. Si bien habrá señales de la segunda venida de Jesús, nadie sabe exactamente cuándo será. Es por ello que debemos mantenernos alerta.
A pesar de la incertidumbre acerca de la hora de la llegada de Jesús, lo más importante es su promesa. Aunque el cielo y la tierra lleguen a su fin, las palabras de Jesús nunca pasarán. Por eso, la mejor preparación para su llegada es recibir su palabra. En ella se nos promete la paz ante Dios por el perdón de nuestros pecados, la entrada al cielo, la resurrección del cuerpo y la vida eterna, todo por medio de Cristo. Así nos prepara para recibir la salvación cuando Jesús venga en las nubes y nos lleve al Padre.
Gracias, Jesús, por mantenernos despiertos y listos para tu llegada, y por la promesa de que en el futuro vendrás a recogernos para vivir por siempre ante la presencia de Dios Padre. Amén.
Prof. Leopoldo Sánchez
Para reflexionar:
- ¿Qué cosas o situaciones te hacen perder el enfoque en las promesas de Dios?
- ¿Cómo te preparan las palabras y promesas de Jesús para su futura venida?
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El no estar bien despierto y cumplir sus mandamientos eso hace perder el enfoque a las promesas de DIOS.
Así es, oremos a Dios para que su Palabra Viva, siempre nos mantenga despiertos.