Como está escrito: «Las cosas que ningún ojo vio, ni ningún oído escuchó, ni han penetrado en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman.» Pero Dios nos las reveló a nosotros por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo examina todo, aun las profundidades de Dios. Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
1 Corintios 2:9-11
Nuestro hijo del medio y yo estamos viendo una serie en japonés con subtítulos en inglés. Como él está aprendiendo japonés, a veces pausa los episodios antes de que aparezcan los subtítulos y trata de leer los títulos en japonés. La mayoría de las veces, ¡lo logra entender! Pero yo estoy completamente perdida.
En la lectura de hoy, Pablo nos dice que Dios revela su sabiduría a través del Espíritu Santo y utiliza una cita del Antiguo Testamento para ilustrar que las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman van más allá de lo que los sentidos humanos pueden percibir o entender por sí mismos. Nuestra capacidad de comprensión espiritual sin el Espíritu Santo y el evangelio es como tratar de descifrar un texto en un idioma extranjero sin un diccionario ni un traductor.
Algunos dicen equivocadamente que la espiritualidad es el disfrute de la naturaleza o la contemplación de los significados más profundos de la vida, más allá de una mera realidad material. Pero esa espiritualidad falsa no puede conocer verdaderamente a Dios y su gracia. Así como yo estaba perdida al tratar de entender los títulos en japonés, nuestras mentes pueden sentirse igualmente confundidas al intentar comprender los misterios espirituales sin la ayuda del Espíritu Santo.
Solo el Espíritu Santo, al obrar mediante la Palabra, nos muestra al Hijo encarnado y, mediante él, al Padre. Y solo él, por los Medios de Gracia, puede hacer que sigamos a Jesús a través de esta vida hasta la vida eterna. Sin él, estamos completamente perdidos y todo está en japonés.
Padre nuestro, gracias por revelarnos las profundidades de tu amor a través del Espíritu Santo. Reconocemos que, sin ti, nuestras mentes no podrían comprender tus misterios. Que tu gracia nos guíe siempre hacia una comprensión más profunda de tu amor manifestado en Cristo. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cómo te inspira la idea de que solo a través del Espíritu Santo y los Medios de Gracia podemos conocer verdaderamente a Dios?
* ¿Qué significa para ti seguir a Jesús a través de esta vida hasta la vida eterna, y cómo puedes reflejar esa fe y vida cristiana en tus acciones diarias?
Diaconisa Noemí Guerra
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