Salmón fue padre de Booz, y Booz fue padre de Obed. Obed fue padre de Yesé, y Yesé fue padre de David
(Rut 4:21-22).
Hace unos días fui con mi familia a un museo donde había una planta que me llamó mucho la atención. Se llama «liatris punctata». Es una hermosa espiga floral perenne con flores de tonos púrpura y hojas lineales, que puede vivir y florecer durante muchos años. Esta planta es resistente y adaptable a diferentes tipos de suelos. Prefiere suelos secos y a pleno sol, pero puede tolerar condiciones de sombra parcial. Algunas tribus nativas americanas han utilizado partes de la planta con propósitos medicinales. Lo que más me llamó la atención de esta espiga floral, es que mide entre 14 a 85 centímetros de altura, pero su raíz se extiende hasta 2 metros de profundidad en suelos arcillosos y hasta 5 metros en suelos más ligeros. ¡Son enormes!
El libro de Rut termina con un hermoso recordatorio de la fidelidad de Dios a través de las generaciones. Es un testimonio de que nuestro Dios es un Dios de pactos y promesas que trascienden el tiempo y abrazan a cada generación con amor inquebrantable. De la misma manera, lo que podemos ver en la superficie de nuestras vidas no es ni la mitad del plan que Dios ha pactado con nosotros y las muchas generaciones que vienen después de nosotros.
Al principio de la creación Dios prometió enviar un Salvador, y en la cruz de Cristo vemos el cumplimiento máximo de esa promesa divina para todas las generaciones, incluyéndonos a nosotros hoy.
En la Santa Cena recibimos de manera tangible este nuevo pacto de perdón y vida eterna que hace fuerte nuestra fe, tan fuerte como una espiga floral que puede vivir y florecer durante muchos años, y que es resistente y adaptable a diferentes tipos de circunstancias.
Lo que vemos en la superficie de nuestra vida no es ni la mitad del largo de sus raíces, que ¡son enormes por el pacto de Dios en Cristo! ¡Que esto nos anime a seguir con ánimo en el camino que Dios ha trazado para nosotros!
Dios, reconocemos tu fidelidad a lo largo de las generaciones. Ayúdanos para que nuestra fe sea como una espiga floral y vivamos con la certeza de que tus bendiciones se extienden a generaciones y generaciones, más allá de lo que podemos imaginar. Amén.
Para reflexionar:
* De acuerdo al libro de Rut, ¿cómo relacionas la profundidad de las raíces de la «liatris punctata» con la profundidad de la fidelidad de Dios a lo largo de las generaciones?
* ¿Cómo puedes aplicar la resistencia y adaptabilidad de la espiga floral para fortalecer tu fe y poder así enfrentar cualquier tipo de circunstancias?
Diaconisa Noemí Guerra
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