Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual daré por la vida del mundo.» Los judíos discutían entre sí, y decían: «¿Y cómo puede éste darnos a comer su carne?» Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: Si no comen la carne del Hijo del Hombre, y beben su sangre, no tienen vida en ustedes… El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
Juan 6:51-53, 56
Hace muchos años, durante mi niñez, recuerdo que había un tiempo en el que no me gustaba comer. Un día, un lunes soleado, mientras estaba de pie en la escuela entonando el himno nacional junto con mis compañeros, algo inesperado sucedió. De repente, mi vista se volvió negra y me desmayé. En ese momento sentí como si la vida se me escapara. ¿La razón? No había comido nada ese día.
Para nosotros, los cristianos, Jesús es la palabra y la sabiduría de Dios que nos da vida y luz en su carne. Espiritualmente hablando, estábamos en una condición de desnutrición antes de conocer a Jesucristo. Estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, incapaces de encontrar vida verdadera por nosotros mismos.
Pero Jesús, el pan vivo que descendió del cielo, vino a llenar esa necesidad profunda que teníamos. Así como necesitamos alimento físico para mantenernos con vida, necesitamos de Él para tener vida espiritual. Él es la única fuente de vida eterna, y al recibirlo en fe, somos fortalecidos y capacitados para vivir en su voluntad.
Así que, recordemos la importancia de alimentarnos espiritualmente de la Palabra de Dios y de participar en la comunión con Cristo a través del sacramento de la Santa Cena. Que reconozcamos nuestra dependencia total de Él para tener vida verdadera y abundante.
Padre nuestro, gracias por el regalo de tu Hijo Jesucristo, quien, como el pan vivo descendido del cielo, nos nutre y fortalece. Ayúdanos a vivir en constante dependencia de Él, reconociendo que en su amor encontramos vida eterna y plenitud. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cómo puedes asegurarte de que tu vida espiritual esté nutrida y fortalecida mediante el alimento que Cristo ofrece en su Palabra y en la Santa Cena?
* ¿De qué manera puedes reflejar tu dependencia total de Cristo en tu vida, reconociendo que Él es la única fuente de vida eterna y que sin Él no puedes encontrar verdadera plenitud y significado?
Diaconisa Noemí Guerra
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