Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre
(Filipenses 2:9-11).
Cuando escuché la noticia que Meghan Markle y el príncipe Harry estaban esperando un bebé, pensé: «Ese bebé tiene el futuro asegurado. De seguro nunca le faltará nada».
Tú y yo, como el bebé de Meghan, tenemos el futuro asegurado. Pero verdaderamente asegurado por la eternidad.
Durante su vida terrenal vimos destellos del poder divino de Jesús a través de milagros y, sobre todo, en su transfiguración. Jesús, siendo verdadero hombre, revela los atributos divinos que le fueron dados en su encarnación. Es decir, su poder y majestad se manifiestan en su descenso al infierno, su resurrección, su ascensión al cielo, su reinado actual a la diestra de Dios, y su futuro retorno para el juicio. A esto lo llamamos su «estado de exaltación».
Este estado de exaltación nos muestra que Jesús, como nuestro hermano, ha sido elevado por encima del pecado, la muerte y el diablo para asegurar nuestro futuro con él. Jesús descendió al infierno y proclamó su victoria sobre Satanás por nosotros; resucitó de entre los muertos y venció la tumba por nosotros; ascendió al cielo y gobierna por nuestro bien; y volverá gloriosamente como juez para llevarnos a su nueva creación.
Es reconfortante saber que Jesús reina eternamente, que tiene dominio sobre todas las criaturas y que nos santifica, purifica, fortalece y consuela a través del Espíritu Santo. Él nos da vida y toda clase de dones y bienes, y nos defiende y protege del diablo y del pecado.
Así que, recordemos siempre el poderoso acto de exaltación de Jesús, y encontremos en él paz y seguridad para nuestras vidas. Más que si fuéramos hijos de Meghan, porque somos hijos de Dios.
Padre nuestro, gracias por exaltar a Jesús sobre todo nombre, asegurando nuestro futuro por la eternidad. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cómo afecta tu vida saber que tienes un futuro asegurado por la eternidad gracias a lo que Jesús hizo por ti?
* ¿Qué significado tiene para ti el «estado de exaltación» de Jesús, y cómo te brinda seguridad en tu relación con él?
Diaconisa Noemí Guerra
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