Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.
Salmo 57: 7 (NVI)
Aquí en Madagascar, la palabra «firme» tiene un significado adicional más allá de ser determinado o inquebrantable. Significa que el corazón está desbordado. Esto aporta una nueva dimensión a la perseverancia en la alabanza.
Un buen ejemplo de esto fue durante un servicio de adoración dominical reciente cuando la oración de la mañana estaba llegando a su fin. Toda la congregación volteó hacia el coro mientras cantaban: «¡Mi corazón está firme, oh, Dios!». La canción se cantó maravillosamente y el mensaje fue pertinente para el servicio del día. Un gran silencio se apoderó de los presentes y hubo muchos que rompieron a llorar.
En estas palabras podemos imaginar la gozosa alabanza que brota de la boca de estos creyentes. Revela corazones de fe esperanzada en los hijos de Dios. Como el Salmo 150, el Salmo 57 incluye el uso de arpas y liras. Aquí el salmista hace hincapié en proclamar al mundo con cánticos la fidelidad y el amor de Dios. «Yo, Señor, te alabaré entre los pueblos; te cantaré salmos entre las naciones, pues tu bondad es grande como los cielos; ¡hasta las nubes llega tu verdad!» (Salmo 57: 9-10).
Cuando los hijos de Dios disfrutan de la paz en su comunión con Dios, cuando han visto la vida de gracia y misericordia que han recibido tan libremente, cuando descansan en la victoria eterna que es suya en Jesucristo, entonces nada puede detener la alabanza que sale de sus corazones.
En cuanto al salmista, él es firme porque su confianza se basa completamente en el fundamento inamovible de Dios. Aunque se encuentre en medio del «peligro» y «gente agresiva; entre gente semejante a leones feroces. Sus colmillos parecen lanzas y saetas; su lengua es una espada aguda», él se refugiará en la abundante misericordia y protección de Dios (ver Salmo 57: 1, 4).
En todo el mundo vemos que Dios está obrando en la vida de las personas. Desde nuestra nación insular en el Océano Índico hasta los países del este y el oeste, Dios está cambiando el corazón y la vida de las personas mediante su Palabra de verdad y el mover del Espíritu Santo. Y en todas partes donde Dios está transformando vidas, la gente lo alaba por la misericordia y el perdón que han recibido a través de la sangre de Jesús.
El Salmo 57 termina de manera apropiada. El salmista reconoce que Dios está por encima de todas las cosas. Su gloria se extiende por toda la tierra. Es solamente Él quien merece nuestra constante alabanza y agradecimiento. Ya sea que demostremos esto con canciones e instrumentos musicales o con tranquilas palabras de oración, que Dios sea exaltado en nuestras vidas mientras lo glorificamos por todo lo que ha hecho por nosotros en Jesús.
ORACIÓN: Padre celestial, mantennos firmes en nuestro amor por ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Tomado del mensaje «Ser firme», de un trabajador que sirve a LHM-Madagascar
Para reflexionar:
* ¿De qué formas te equipa o fortalece Dios para permanecer firme durante tiempos difíciles?
* ¿Es la expresión de tu fe algo que alguien más consideraría firme?
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